Frase

"Un paisaje se conquista con las suelas del zapato, no con las ruedas del automóvil"
William Faulkner

29 de junio de 2013

PARAJE NATURAL DESEMBOCADURA DEL GUADALHORCE



La desembocadura del Guadalhorce está formada por un complejo de lagunas no naturales, fruto de una pretérita actividad extractiva de áridos que generó excavaciones actualmente llenas de aguas salobres o dulces según su localización. Estas lagunas, rodeadas por los dos brazos del río que forman la desembocadura (de ahí el viejo nombre de la finca como la isla), se asientan en lo que fue una enorme marisma, donde el mar y el cauce fluvial confluían originando extensos terrenos pantanosos en un delta que con el paso de los siglos ha ido creciendo con motivo del depósito aluvial de materiales arrastrados por el Guadalhorce.

El espacio tiene un alto valor ornitológico, al ser uno de los puntos de escala y descanso más importantes en la provincia y en la región para las aves migratorias costeras. Entre las especies más relevantes que se pueden encontrar a lo largo del año, dependiendo de la estación en que nos encontremos, destacan las águilas pescadora y calzada, el martín pescador, el flamenco rosa, la espátula, la cigüeña negra, la gaviota de Audouin y la pagaza piquirroja, además de otras más comunes como los charranes, las fochas o las garcillas; igualmente es factible observar con facilidad distintas especies de anátidas, cuyo representante más notable es la malvasía cabeciblanca, visible durante todo el año.

La vegetación del lugar se asocia a diferentes ambientes, donde la presencia del agua y la sal son relevantes en su disposición y riqueza. Las arenas de la playa acogen plantas extremadamente adaptadas a este inhóspito ambiente, como es el caso de la oruga marítima o la barrilla pinchosa. Las zonas alcanzadas por las mareas se encuentran pobladas de almajos y castañuelas, adaptadas a una alta salinidad, y como formaciones de bosque de ribera predominan los tarajales, a veces asociados a manchas de carrizales y juncales y entre los que podemos hallar pies arbóreos de algunos álamos dispersos.

El paraje natural no sólo tiene relevancia como lugar de descanso y protección de las aves, también constituye un pequeño oasis verde junto a la ciudad de Málaga que permite completar el ciclo reproductivo de muchas especies que no disponen, en las inmediaciones, de lugares apropiados para criar; uno de los ejemplos más interesantes es el del chorlitejo patinegro, pues gracias a las tareas de protección del hábitat que se vienen desarrollando en este espacio natural protegido consigue encontrar una pequeña reserva en la arenas de la playa, en la que traer al mundo nuevos polluelos.

En definitiva, se trata de una zona húmeda que dispone, como valor añadido, de elementos propios de los ecosistemas costero y fluvial en un pequeño espacio de terreno, de forma que podemos hablar de un enclave relevante para la fauna silvestre en el que todos debemos participar con vistas a su conservación y protección.

La visita puede realizarse siguiendo los dos senderos señalizados Río Viejo y Laguna Grande, los cuales nos permitirán, además, acceder a los cinco observatorios que complementan la oferta de equipamientos. Uno de estos observatorios, el denominado como de aves marinas, cubre la franja marítima del paraje y nos será útil en la observación de aves ligadas a las arenas de la playa y el mar; el resto de los observatorios, ubicados junto a las distintas lagunas del espacio, serán la forma más adecuada para descubrir la rica avifauna que con paciencia, la ayuda de unos prismáticos y con el auxilio de una buena guía ornitológica nos harán pasar un rato de disfrute, aprendizaje y comunión con la naturaleza que seguramente no olvidaremos.

Más fotos

Sendero Río Viejo y Laguna Grande

RECORRIDO: 5,17 km
DESNIVEL: 1 m
DIFICULTAD: Fácil
FECHA DE REALIZACIÓN: 22/06/2013

¡A las 5:30 de la mañana en Guadalmar para ver al Chotacabras!.

Esas fueron las palabras de Antonio Miguel para quedar y realizar una ruta ornitológica por el Paraje Natural Desembocadura del Guadalhorce, caminando a través de los senderos de Río Viejo y Laguna Grande, pasando por los distintos observatorios dispuestos estratégicamente para observar aves y acabando en la playa de la desembocadura para darnos cuenta cómo aparece una vegetación que se adapta perfectamente a un entorno tan salino.

Las especies de aves que recuerdo los nombres que vimos fueron: fochas, malvasías, cigüeñelas, etc...


PARTICIPANTES

22/06/2013: Sergio, Javi y Santi


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